Menisco: por qué no debes dejarlo sin tratar

La agilidad de un jugador de baloncesto profesional es increíble de ver. Sus cruces confunden a los oponentes que no pueden decir si van hacia la izquierda o hacia la derecha. Giran, corren, saltan y se empapan como si no tuvieran huesos. Sin embargo, estos giros aparentemente fáciles pueden funcionar con un movimiento en falso.

En particular, este tipo de movimientos pueden provocar el desgarro del menisco. Aunque algunos atletas, incluidos los que practican deportes de contacto, corren un riesgo especial de sufrir desgarros de menisco, esta lesión es una de las más comunes de rodilla. Y cualquiera puede padecerlos, independientemente de la edad o la actividad.

Aún puede pararse y caminar después de la lesión inicial con solo un dolor leve según el grado de desgarro. Esto puede llevarlo a pensar que un desgarro de menisco es una lesión menor. El tratamiento puede esperar y puedes jugar con el dolor, ¿verdad? Opcional.

Si no se trata, un desgarro de menisco puede limitar su vida diaria y su capacidad de ejercicio y ejercicio. En casos graves, esto puede convertirse en problemas de rodilla a largo plazo, como artritis. Además, el movimiento con un menisco desgarrado puede hacer que fragmentos de cartílago ingresen a la articulación, causando problemas de rodilla más graves, que pueden requerir una cirugía más importante en el futuro.

Tu rodilla 101: ¿Qué es un desgarro de menisco?

La articulación de la rodilla, formada por tres huesos, suele ser una articulación fuerte y resistente. Pero no es necesariamente el más flexible cuando se trata de girar en determinadas direcciones. Durante algunas actividades, especialmente los deportes de contacto, la fuerza y ​​el grado de torsión de la rodilla pueden desgarrar parte del cartílago en forma de cuña que proporciona amortiguación entre el fémur y la parte inferior de la pierna. Este cartílago es tu menisco. Cada una de sus rodillas tiene dos cuñas de menisco.

Los desgarros de menisco son comunes entre los atletas, especialmente aquellos involucrados en deportes que requieren muchas sentadillas, giros y cambios de posición.

Te sentirás popular cuando tu menisco se rompa.

Después de eso, es posible que tenga los siguientes problemas:

  • Dolor de rodilla que aparece y desaparece y empeora con la presión sobre la articulación
  • Hinchazón y rigidez
  • Sentir que su rodilla se aprieta, aprieta o pellizca cuando la dobla

Si no se trata, parte del menisco puede aflojarse y deslizarse hacia la articulación. Es posible que necesite cirugía para restaurar la función completa de la rodilla. Los desgarros de menisco no tratados pueden aumentar de tamaño y provocar complicaciones como artritis.

¿Puede un desgarro de menisco curarse por sí solo?

La resistencia es una parte importante de los deportes. Para algunos atletas, jugar con un poco de dolor es un signo de honor. En el caso de los desgarros de menisco, algunas personas piensan que la lesión se curará por sí sola con el tiempo. Pero la verdad es que existen diferentes tipos de desgarros de menisco, y algunos desgarros no sanan sin tratamiento.

Si su desgarro está en el tercio externo del menisco, puede sanar por sí solo o corregirse quirúrgicamente. Esto se debe a que hay mucha sangre en esta área y las células sanguíneas pueden regenerar el tejido del menisco o ayudar a la curación después de la reparación quirúrgica.

Pero si hay un desgarro en los dos tercios internos que no tienen flujo sanguíneo, el desgarro no se puede reparar y es posible que sea necesario cortarlo o extraerlo quirúrgicamente.

¿Cómo se tratan los desgarros de menisco?

El primer paso para tratar un menisco desgarrado es ver la lesión con un médico que se especializa en ortopedia. Durante el examen, pueden evaluar la sensibilidad de la articulación de la rodilla y mover la pierna para medir el rango de movimiento de la rodilla. También pueden solicitar pruebas de imagen, como una resonancia magnética o una radiografía, para determinar la ubicación exacta y la extensión del desgarro.

El mejor curso de tratamiento se determinará en función de la ubicación, el grado y el tipo de desgarro, así como su edad y nivel de actividad.

Los tratamientos no quirúrgicos para las lágrimas que pueden sanar por sí solas pueden incluir:

  • Fisioterapia
  • ARROZ: reposo, hielo, compresión, altura
  • Medicamentos antiinflamatorios

Para los desgarros más graves, la cirugía suele ser el mejor tratamiento. El objetivo de la cirugía es preservar el menisco reparando o retirando la parte desgarrada. El procedimiento generalmente se realiza artroscópicamente, lo que significa que se inserta una pequeña cámara en una pequeña incisión en la rodilla para guiar al cirujano en la reparación o extracción del desgarro usando pequeños instrumentos insertados en otra pequeña incisión.

Después de la cirugía, es posible que se requiera fisioterapia para fortalecer la rodilla, restaurar el rango de movimiento y volver a la actividad.

No permita que el dolor de rodilla le haga dejar su deporte o actividad favorita. Los proveedores de Penn Sports Medicine tienen una experiencia inigualable en el tratamiento de desgarros de menisco y otras lesiones de rodilla.